El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha rechazado rotundamente la propuesta de alto al fuego de Vladimir Putin, calificándola como un «ultimátum» equiparable a las estrategias de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
En declaraciones a la cadena italiana Sky TG24, Zelenski comparó el enfoque de Putin con el nazismo, destacando que la demanda de ceder territorios ucranianos ocupados es reminiscente de las tácticas hitlerianas. «Es como el renacimiento del nazismo, pero esta vez es un nazismo ruso», afirmó el mandatario, haciendo referencia a los intentos históricos de Hitler de expandir su influencia territorial bajo pretextos similares.
El presidente ucraniano enfatizó que la oferta de Putin de detener la violencia a cambio de concesiones territoriales no es una verdadera propuesta de paz, sino una fachada para más agresión y ocupación. Recordó cómo Hitler, en el pasado, solicitó partes de Checoslovaquia argumentando que detendría su expansión, pero luego procedió con ocupaciones adicionales en Europa.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, respaldó la postura de Ucrania y desestimó las pretensiones de Putin. En una reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, Austin subrayó que Putin no tiene autoridad para imponer condiciones a Ucrania y criticó la invasión rusa como una violación flagrante del derecho internacional. Además, instó a Putin a poner fin al conflicto, que calificó de injusto y sin provocación inicial.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, se unió a las críticas, rechazando la «propuesta» de Putin como un intento más de controlar Ucrania y no como una solución genuina para restaurar la paz. Afirmó que las acciones de Rusia violan el derecho internacional y que la comunidad internacional seguirá respaldando a Ucrania en este conflicto.
Mijailo Podoliak, consejero de la oficina presidencial ucraniana, también desechó la oferta rusa, catalogándola como «altamente ofensiva». Subrayó que la propuesta de Putin exigía la cesión de territorios, la renuncia a la soberanía y la exclusión de alianzas internacionales, condiciones que solo beneficiarían al agresor y no a la paz regional.
La respuesta internacional ha sido unánime en rechazar las demandas de Putin como una amenaza directa a la soberanía y la estabilidad de Ucrania, reafirmando el apoyo continuo a Kiev en su defensa contra la agresión rusa.
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Redacción
